Dixon necesita buscar en lo profundo para lograr su segunda “500” este domingo

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Scott Dixon ya pasó por muchas “primeras veces” durante su ilustre carrera en la NTT INDYCAR SERIES. La 108ª edición de las 500 Millas de Indianápolis presentada por Gainbridge el domingo será otra, pero supondrá todo un desafío.

El promedio de clasificación de Dixon, de 231.851 mph (373 kmh) en su No. 9 PNC Bank Chip Ganassi Racing Honda le valió la posición de salida número 21, la peor de sus 22 largadas en las 500 Millas de Indianápolis. Ningún piloto ha ganado las “500” desde ese puesto desde Fred Frame en 1924.

Pero si hay alguien que puede superar este obstáculo es Dixon. Ascendió desde el puesto 15 en las 500 Millas de Indianápolis de 2012 para liderar 53 vueltas y terminar segundo. La temporada pasada, en el World Wide Technology Raceway, pasó del puesto 16 liderar 123 de 260 vueltas, ganando por 22,2256 segundos.

Una victoria, aunque improbable, partiendo desde el puesto 21 pondría fin a una importante sequía para el seis veces campeón de la serie. Sólo tiene una victoria en sus 21 largadas, en 2008.

Pero “The Iceman” sabe cómo llegar al frente. Dixon ha liderado 665 vueltas en su carrera, el récord de carrera de todos los tiempos.

Aún así, las derrotas duelen tanto, si no más, que la única victoria y el récord de vueltas lideradas. Han pasado 16 años desde que subió al Podio de la Victoria.

“No había forma de que (Takuma) Sato terminara con combustible a menos que ocurriera una bandera amarilla”, dijo Dixon sobre la victoria de las 500 Millas de Indianápolis de 2020 que se le escapó. «Así que esos son difíciles».

El neocelandés comenzó segundo ese día y lideró 111 de 200 vueltas, el máximo de la carrera. Tenía el control hasta que le cedió el primer puesto a Sato cuando el japonés le socavó la estrategia al entrar en boxes para su última parada en la vuelta 168. Sato estiró su combustible lo suficiente antes de la bandera amarilla, en la vuelta 196, mientras mantenía una ventaja de un segundo sobre Dixon.

Dixon también destacó la calle de boxes como un área tumultuosa en 2021 y nuevamente en 2022. En la carrera de 2021, quedó atrapado por una bandera amarilla inoportuna en la vuelta 33 que lo obligó a ingresar cuando los pits estaban cerrados para cargar combustible, momento en que se le detuvo el motor. Cuando volvieron a encenderlo, se reincorporó al campo en el puesto 32 con una vuelta menos. Se recuperó para terminar 17º.

En 2022, ganó la pole y lideró 95 vueltas antes de entrar a boxes a mayor velocidad de la permitida durante su última parada en la vuelta 175. Eso lo relegó al final al puesto 21.

Las otras carreras que sintió que se le escaparon fueron aquellas en las que terminó segundo detrás de Dario Franchitti, en 2007 y 2012.

En 2007, largó desde la pole, fue el piloto más rápido en tres sesiones de práctica y lideró 11 vueltas durante la carrera. En 2012, Dixon lideró hasta la vuelta 198 antes de ser superado por Franchitti en la vuelta 199. El dúo intercambió el liderato 10 veces en las últimas 41 vueltas.

Dixon también lideró 73 vueltas, pero terminó sexto en 2009, y estuvo primero la misma cantidad de giros para llegar quinto en 2011. Logró la pole y lideró 83 vueltas en 2015, pero finalizó cuarto. Ganó la pole en 2017, pero tuvo un episodio en la curva 1 que lo relegó al puesto 32.

El año pasado, clasificó sexto, pero sufrió con el rendimiento del auto en el primer stint, lo que lo hizo caer como un ancla. Finalmente volvió a la carga y terminó sexto.

El domingo tien otra oportunidad para convertirse en el piloto número 21 en ganar varias carreras de las 500 Millas de Indianápolis. Está volando bajo el radar, al mejor estilo Dixon.

Texto original: Eric Smith, indycar.com