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Marcus Ericsson y los cambios que experimenta con su llegada a Andretti

Oficialmente, la distancia entre la sede de Chip Ganassi Racing en Indianápolis y Andretti Global es apenas una milla (1,6 km.), pero eso es conduciendo desde un estacionamiento al otro. Atraviese los patios que los separan, en línea recta, y probablemente sea una caminata de tres minutos.

Conduciendo por Zionsville Road desde el lado norte de la ciudad, como lo hace regularmente Marcus Ericsson, hay un cruce en la calle 79. Girando a la derecha es el camino hacia la sede de Chip Ganassi. Siguiendo derecho se va directo a la base de Michael Andretti. Usted elige: son entre 30 y 40 segundos en cualquier sentido.

Se entiende la idea. El camino de Ericsson hacia el trabajo es básicamente el mismo desde que pasó de CGR a Andretti Global. Es casi todo lo demás lo que ha cambiado.

Los compañeros de trabajo. El enfoque para afrontar el mismo calendario de 17 carreras de la NTT INDYCAR SERIES. Incluso la apariencia del auto de carreras que tripula.

«Es todo muy nuevo» aseguró el sueco.

Ericsson, el campeón de las 500 Millas de Indianápolis de 2022 presentadas por Gainbridge, que también estuvo a punto de ganar el evento principal del Indianapolis Motor Speedway este año, apenas está comenzando a adaptarse a su nuevo centro de operaciones. El contrato que firmó con CGR le impidió seguir adelante con su próximo trabajo hasta principios de este mes, y fue sólo durante las pruebas híbridas del 13 de octubre en el IMS que pudo ponerse el buzo antiflama y subirse a un auto del Andretti Global.

Gran parte de la experiencia fue diferente, condicionada por el enfoque que adopta Andretti. Después de tantos éxitos con Brad Goldberg como su ingeniero en Ganassi, Ericsson ahora está trabajando con Olivier Boisson, quien pasó las dos últimas temporadas con Romain Grosjean. Ericsson está aprendiendo a adaptarse al enfoque del francés y a cómo les gusta trabajar a los pilotos establecidos de Andretti, Colton Herta y Kyle Kirkwood, pero eso es parte del desafío.

Una de las principales diferencias con su nuevo empleador, afirmó Ericsson, es el optimismo que siente. Cuando llegó a Ganassi para el inicio de la temporada 2020, su currículum consistía en cinco años sin victorias en la Fórmula Uno y una primera temporada relativamente anodina en la NTT INDYCAR SERIES. Lideró sólo cuatro vueltas en esas 16 carreras con Schmidt Peterson Motorsports, y nunca superó el puesto 14 en la clasificación antes de terminar el año en el puesto 17.

Ese primer año en Ganassi lo pasó a la enorme sombra de Scott Dixon, y Ericsson no logró subir al podio y se accidentó en la vuelta 25 de las “500”. Ericsson reconoció la falta de “emoción” en ese período.

«Realmente no había podido demostrar lo que podía hacer en la categoría» aseguró.

Las cosas han cambiado. Hoy, Ericsson ha ganado cuatro carreras, con nueve podios en las últimas 44 carreras. En 2022, estaba en la cima del campeonato a falta de cinco carreras, y este año quedó al frente en las posiciones en mayo. Con 33 años ha competido legítimamente por el título de la categoría en cada uno de los últimos tres años, aunque terminó sexto en cada temporada.

Y Ericsson ahora comienza su trayectoria con el equipo Andretti como el único piloto que ha ganado las “500”. Ahora, es parte del foco de atención del equipo rumbo a 2024.

«Creo que definitivamente se puede sentir el entusiasmo de la organización y del equipo hacia mí por llegar a Andretti» dijo Ericsson. “Estoy muy entusiasmado por ponerme en marcha y empezar a trabajar».

“Creo que el potencial del equipo es realmente grande. Están dispuestos a esforzarse mucho para estar en la cima. Estoy emocionado de ser parte de ese viaje que vamos a hacer juntos”.

Ericsson señaló que el cambio en su trayectoria parece haberse alineado muy bien con la introducción del sistema híbrido en la SERIE NTT INDYCAR para 2024. En la mayoría de los años, habría oportunidades limitadas para realizar pruebas durante la temporada baja, pero ciertamente los equipos Andretti, Ganassi, Arrow McLaren y Penske han hecho ensayos, logrando más tiempo en pista hasta ahora, y seguramente habrá más en los próximos meses.

Sí, gran parte de la atención de Ericsson en la prueba del 13 de octubre estuvo en el sistema híbrido, incluyendo cómo capturar y hacer uso de la energía adicional, pero también pudo comenzar a hablar el idioma de Andretti y ellos el suyo. Y eso es un beneficio.

«Es una gran oportunidad para empezar a interactuar, en cierto modo a construir esa relación con Olivier y otras personas del equipo», destacó. “Evidentemente, eso es en lo que ya estoy trabajando».

“Es mi manera de decir retroalimentación: cada piloto es diferente en cuanto a cómo habla del auto. Ese proceso es obviamente fantástico y podemos comenzar a partir del 13 de octubre en adelante”.

Un cambio que aún está por llegar es el color del auto de carrera de Ericsson, ya que no se ha anunciado el patrocinador principal. Se espera que el equipo continúe usando el número 28, aunque próximamente también se publicará información al respecto. Mientras tanto, Ericsson vistió un traje negro el viernes, un marcado contraste con el rojo inspirado en Huski Chocolate que definió sus cuatro temporadas en Ganassi.

«Sí, seguro que es diferente», dijo sonriendo.

Muchas cosas lo son. Todo menos el deseo de trabajar.

Texto original: Curt Cavin, indycar.com

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