Como el último ganador de las 500 Millas de Indianápolis presentadas por Gainbridge, Josef Newgarden saboreó la botella de leche ceremonial en el Círculo de la Victoria del Indianapolis Motor Speedway, besó los ladrillos históricos de la pista y, desde que terminó la temporada de la NTT INDYCAR SERIES, reflexionó sobre lo que él y el equipo Penske lograron en mayo.
Pero el momento más reciente de la celebración (el regalo que todavía faltaba) fue más conmovedor de lo que Newgarden esperaba. El 22 de septiembre visitó el taller de William Behrends en las montañas Blue Ridge del oeste de Carolina del Norte, donde se ha esculpido la imagen de cada ganador del “500” desde 1990. Pronto, esa imagen en plata esterlina se colocará en el prestigioso Trofeo Borg-Warner, afirmando la inmortalidad de Newgarden en el deporte motor.
Newgarden, que necesitó 12 participaciones para ganar en Indy, pudo ver cómo Behrends creó su imagen primero en arcilla. Fue más personal de lo que podría haber imaginado.
«Lo primero es que no tenía expectativas» comentó Newgarden. “No sabía cómo sería este proceso ni qué esperar al verme (esculpido). Al principio es extraño porque nunca me había visto en esa perspectiva, una imagen en 3D de mi cabeza. Es diferente a mirarse en el espejo; es una sensación totalmente diferente, algo de la vida real mirándote. Es asombroso.»
Behrends es uno de los escultores más importantes del mundo, con encargos impresionantes. Ha esculpido estatuas completas de vicepresidentes estadounidenses y de algunos de los atletas más famosos de la historia, incluidos los golfistas Ben Hogan y Bobby Jones, y los jugadores de béisbol Pee Wee Reese, Willie Mays, Willie McCovey, Tom Seaver y Tony Gwynn.
Behrends dijo que Newgarden ofrece mucho con qué trabajar. Notó el carácter en el físico cincelado del piloto, una apariencia decidida pero seductora que muchos encuentran atractiva. Si Behrends no había visto previamente la belleza de Newgarden, bromeó que su hija y sus dos nietas ciertamente sí lo habían hecho. No es la primera vez que se compara a Newgarden con un dios griego.
«Un escultor observa la estructura ósea, la estructura básica de la cara y la cabeza, esa es la base que utilizamos, y Josef tiene una mandíbula fuerte, pómulos fuertes, rasgos realmente distintivos y buenos», dijo Behrends. “Es simplemente un sujeto ideal en ese sentido».
“También tiene mucha personalidad en su rostro, una buena sonrisa, sonríe con toda su cara. He (esculpido) a muchos atletas en los últimos 25 años en béisbol, golf, baloncesto y Josef es definitivamente un atleta. Como dije, es un sujeto ideal”.
La imagen pasará por varios moldes antes de ser revelada públicamente este invierno. Pero Newgarden ahora aprecia el trabajo que aún queda por hacer.
«Will es extraordinario, y cuando ves su arte de cerca y en persona, puedes ver que es uno de los mejores entre los mejores, lo cual es digno de un trofeo como el Trofeo Borg-Warner» expresó el piloto del equipo Penske. “Honestamente, esta es una de las partes más lindas de ganar la carrera. La gente me ha estado preguntando qué es lo que he hecho, qué es lo emocionante de ganar la carrera y creo que esto definitivamente encabeza la lista».
“Ya tienes mucho respeto por el trofeo, pero poder aprender más sobre el proceso y sus detalles es increíble”.
Todo lo cual hace que Newgarden anhele una segunda victoria en las “500”.
«Como todos sabemos, no hay garantías en las Indy 500″ aseguró. “En muchos sentidos, lamenté la posibilidad de ganar la carrera porque no importa cuánto lo desees o qué tan bueno puedas ser en el Speedway, es posible que nunca más funcione. Creo que hay que aceptar esa realidad, y yo lo hice en muchos sentidos. Y después de ganarla, no hay garantías de que vuelvas a ganarla. Eso también está bien».
“Es muy importante ser parte de la carrera y es muy importante clasificarse para ella. Eso ya es un tremendo honor. Disfruté esa parte más que nada este año. Pero diré esto: estoy más motivado que nunca para volver a ganarla, lo cual fue una reacción sorprendente para mí. No sabía cuál sería la reacción, pero creo que quieres ganar más después de haberlo ganado una vez».
“Es como intentar explicarle a alguien cómo son las Indy 500. Simplemente no lo sabes hasta que vas allí y lo ves, y creo que ganar también me lo demostró a mí. Había estado allí 11 años antes y pensé que sabía lo que sería ganarlo. No lo hice. Esa es una apreciación más profunda de lo que puedas imaginar, y ahora la tengo”.
Texto original: Curt Cavin, indycar.com
