Scott McLaughlin y el actual campeón de la NTT INDYCAR SERIES, Alex Palou, tuvieron un agradable intercambio de opiniones en una conferencia de prensa el mes pasado en Iowa Speedway, un día después de que McLaughlin dijera que es necesario ganar una carrera en un óvalo para ser considerado un verdadero miembro de esta categoría competitiva.
«No fue un tiro contra ti», le dijo McLaughlin a Palou, quien todavía busca su primera victoria en una pista ovalada. «Creo que eres un piloto de INDYCAR».
Palou, que ha ganado dos de los últimos tres campeonatos y está en buena posición para ganar un tercero en cuatro años esta temporada, se rió del intercambio.
“No, pero estoy de acuerdo contigo” sostuvo. “He estado diciendo que (ganar en un óvalo) es algo que tengo que hacer. Estuvimos cerca (en la Carrera 2 en Iowa)”.
De hecho, Palou ha demostrado ser uno de los mejores pilotos de óvalos desde que se unió a Chip Ganassi Racing para el inicio de la temporada 2021. Ha terminado entre los 10 primeros en 14 de las 17 carreras en pistas ovales en ese lapso, un total que es superado solo por las 15 de Pato O’Ward. También tiene un promedio de llegada de 7.76, que es mejor que el 7.94 de McLaughlin en la misma cantidad de carreras en óvalos. Palou tiene un par de segundos puestos en óvalos, incluida la Indianápolis 500 de 2022 presentada por Gainbridge cuando Helio Castroneves lo mantuvo a raya.
Pero esta historia es sobre McLaughlin, no sobre Palou. El hecho es que McLaughlin pudo evitar irritar a Palou en esa conferencia de prensa en Iowa gracias al respeto que el neozelandés se ha ganado durante su participación en esta categoría.
McLaughlin ha sido tan bueno con el Team Penske que es fácil olvidar que llegó aquí al final de la temporada 2020 como el más auténtico de los corredores de autódromos. Ganador de tres títulos consecutivos del Campeonato de Supercars en Australia nunca había hecho girar un volante de competición de manera circular, pero ha lucido como un piloto de la INDYCAR SERIES, incluso en óvalos.
En concreto, las últimas dos temporadas han sido espectaculares para McLaughlin. Ganó la primera carrera de la temporada 2022 en San Petersburgo y, en las 45 carreras disputadas desde entonces, ha conseguido seis victorias, siete poles y 16 resultados entre los tres primeros. El año pasado, terminó tercero en el campeonato, superando a sus dos compañeros de equipo del Team Penske, Josef Newgarden y Will Power.
Este año ha sido más de lo mismo para McLaughlin. Si no fuera por el tercer puesto que le arrebató INDYCAR por, junto con Newgarden, utilizar incorrectamente el sistema Push to Pass en San Petersburgo, McLaughlin estaría a tiro de piedra de Palou en la batalla por la Astor Challenge Cup.
Cuatro de los primeros cinco triunfos de McLaughlin se produjeron en circuitos mixtos (Mid-Ohio Sports Car Course y Portland International Raceway en 2022, y luego Barber Motorsports Park en las últimas dos temporadas), dejando la victoria en un óvalo hacia el final para completar el ciclo. Consiguió ese triunfo el mes pasado en Iowa, lo que le valió los galones todoterreno que tanto buscaba para su carrera en la NTT INDYCAR SERIES.
“Me sentí como un piloto de autos de fórmula, pero un piloto de INDYCAR es alguien que puede ganar en los tres tipos de pistas de carreras” dijo. “Afortunadamente, estoy muy orgulloso de decir que he ganado en un óvalo, además de en un autódromo y en un circuito callejero. Fue un momento de orgullo para mí”.
Irónicamente, McLaughlin casi gana su primer evento en un óvalo, celebrado en el Texas Motor Speedway a principios de su primera temporada completa, en 2021. Ese día, Newgarden lo superó en la recta final de la última vuelta. McLaughlin luego respaldó su actuación al terminar octavo en la segunda etapa de la fecha doble de ese fin de semana.
McLaughlin volvió a terminar segundo en Texas en 2022, segundo en Iowa en 2023 y ha terminado tercero en otras tres carreras ovaladas con un total de 10 resultados entre los cinco primeros. Otro momento brillante llegó en mayo, cuando ganó la pole para las 500 Millas de Indianápolis presentadas por Gainbridge.
“Me ha costado mucho trabajo, trabajar duro entre bastidores para mejorar” destacó. “Ya sea (en Iowa) o con la superficie antigua o en Texas, cualquiera de los otros óvalos, siento que he estado realmente fuerte. (Simplemente) no lo había logrado del todo”.
McLaughlin dijo que perder esa primera carrera en Texas “le dolió durante mucho tiempo”.
«A veces piensas que si alguna vez vuelves a tener la oportunidad (de ganar), sabrás lo difícil que es» comentó. «En definitiva, estoy en un auto de carreras tan bueno, en un buen equipo de carreras. Afortunadamente, venimos (a las carreras) con un paquete oval realmente bueno como equipo».
“Y recuerden, al final del día tengo a dos de los mejores pilotos de óvalos del mundo en el mismo equipo (Team Penske). Es cuestión de vencerlos, lo cual es difícil de hacer”.
Newgarden ha ganado nueve de las últimas 14 carreras en óvalos, incluidas ambas en el Indianapolis Motor Speedway. Sigue siendo el modelo a seguir de las carreras de este tipo y ha ganado cuatro veces, más que ningún otro piloto, en la Bommarito Automotive Group 500 en el World Wide Technology Raceway, el sitio de la próxima competencia, el sábado 17 de agosto. Pero no se olviden de McLaughlin, quien debería ser un factor en cada una de las cinco carreras restantes de esta temporada, de las cuales cuatro son en trazados ovales.
McLaughlin atribuye su mejora a las incontables horas que pasa estudiando carreras pasadas y a que escucha las instrucciones de los spotters para sacar cualquier ventaja posible. Trabajar con el ganador de la Indy 500 de 2019, Simon Pagenaud, durante la temporada baja también ha dado sus frutos, afirmó.
“Siempre hay margen de mejora” aseguró McLaughlin. “No estoy ni cerca de ser un piloto completo. Ahora me siento como si fuera un piloto de INDYCAR, o al menos estoy orgulloso de decirlo”.
Texto original: Curt Cavin, indycar.com
